Como hace tiempo que no hacia
galletitas y a la mujer le gustan las galletas saladitas, para acompañar queso
o untarlas de paté, sobrasada o lo que se le ocurra, ayer que tenía poco
trabajo en la cocina, le prepare unas poquitas, además así consumía unos restos
de levadura de malta que hacía tiempo que daba vueltas por la nevera.
La levadura de malta se puede
sustituir por queso rallado parmesano.
Ingredientes (40 unidades aprox.):
120 g de harina de trigo
100 g de levadura de Malta
1 cucharadita de tomillo seco en hojas (o cualquier especie de vuestro
gusto)
1 huevo
60 g. de mantequilla
Sal
Preparación:
Calentamos la mantequilla en el
microondas unos 30 segundos.
En un bol amplio colocamos la
harina, la levadura (o el queso parmesano) el tomillo, la sal, el huevo y la
mantequilla fundida.
Amasamos hasta obtener una masa
homogénea.
Realizamos una especie de canelón
con forma de rectángulo, lo envolvemos en plástico de cocina y guardamos en el
frigorífico alrededor de una hora para que endurezca.
Precalentamos el horno a 180º,
calor abajo.
Mientras colocamos papel de
hornear sobre la bandeja del horno, sacamos la masa de la nevera y vamos
cortando las galletas con un cuchillo, depositándolas en la bandeja del horno.
Si queréis unas galletas más
bonitas, se puede estirar la masa con el rulo de amasar (o una botella) y con
un corta pastas ir dando a las galletas la forma que gustéis, pero así cuesta
más trabajo.
Horneamos durante 15 minutos a
180º con calor abajo.
Comprobamos el estado de cocción
y horneamos otros 15 minutos con calor arriba y abajo también a 180º.
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