viernes, 19 de enero de 2018

Buscando respuestas

Hace algún tiempo, en mi post “Aprendiendo a ser rico”, en la sección de comentarios, nos hacia una interesante pregunta ¿Dónde busco preguntas de la vida, que no logro entender?
Amiga Sole, ciertamente la vida tiene muchas incógnitas, que poco a poco, vamos descubriendo como cuando leemos una novela.
La gran diferencia, entre una novela y nuestra vida, consiste en que nuestra vida es una novela única, intransferible e imparable.
Una novela, cuando su autor la escribe, trata el tema que a el le interese, la escribe cuando y donde le apetece a su autor, en cambio, en la novela de nuestra vida curiosamente somos meros actores, donde todo lo que nos rodea interactúa en las páginas de la gran novela que compone nuestra vida.
Ciertamente en la vida, la vida es lo más importante que poseemos, sin vida, todo lo que tenemos en este mundo material, desaparece con ella.
La vida de cada uno de nosotros consiste en una maraña de sentimientos y sensaciones, en la cual afectan todos los personajes que nos rodean.
Especialmente, cuando nos adentramos en el escurridizo mundo de los sentimientos, podríamos escribir ríos de tinta sobre cada uno de ellos.
La vida tiene muchas incógnitas, cierto, pero si nuestra vida fuera un libro escrito, sería muy aburrida.
Pero vallamos al tema de buscar respuestas inconcretas a preguntas no realizadas.
Las preguntas, a las cuales nuestra amiga Sole no encuentra respuesta, son preguntas que no nos ha hecho, aunque nos insinúa que van por el camino de los sentimientos.
Los sentimientos, es difícil analizarlos y encontrar realmente el por qué de ellos, eso entra en el campo de psicología, se pueden tener diversos puntos de vista sobre ellos, dependiendo de la persona que los analice.
Quien mejor deberíamos conocer nuestros propios sentimientos, deberíamos ser nosotros mismos, pero no es tan fácil…
Las personas tenemos sentimientos, estos sentimientos solemos unirlos a acciones y reacciones, en demasiados casos impulsivamente, sin realmente analizar lo que deseamos.
Reaccionamos como cuando accionamos el interruptor de una bombilla, todos esperamos que al accionar el interruptor la bombilla se encienda.
Pero sigamos con el ejemplo de la bombilla, y os pregunto yo…
¿Cada vez que accionemos interruptor la bombilla se encenderá?
La respuesta lógica y normal es afirmativa, por lo cual podemos decir “cada vez que accionemos el interruptor la bombilla esta se encenderá” pero resulta que también pueden darse otros casos…
¿Se encenderá la bombilla si esta floja?
¿Se encenderá la bombilla si esta se nos funde?
¿Se puede estropear el interruptor?
¿Y si no tenemos electricidad para poder encender la bombilla?
Pues igual que un simple circuito eléctrico, tan simple como el de la bombilla, los sentimientos, lo mismo, solo que los sentimientos son mucho más complejos y tienen multitud de factores que les afectan.
Entonces ¿cómo podemos buscar respuestas en el amplio campo de nuestros sentimientos?
Encontrar las respuestas no suele ser sencillo, aunque veo varias vías para buscar soluciones.
La que más me gusta personalmente, es analizar mi sentimiento, o el de esa persona que me afecta, intentar comprenderlo y acto seguido, pensar que acciones debo hacer para eliminarlo o potenciarlo.
Personas más inseguras y dependientes que yo, (aunque en alguna ocasión también he pedido yo alguna opinión) la solución es comentar el tema con alguien de su confianza y pedir la opinión.
En otras ocasiones, cuando andemos tan perdidos que no sepamos que hacer, también podemos acudir a la ayuda profesional, que desde luego son los que mas saben.

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