Esta es la tercera y última parte de mi serie de artículos sobre
fusión nuclear (por el momento).
Hace poco os he publicado dos artículos, uno sobre el proyecto
EAST y otro sobre el proyecto NIF,
aunque existen más proyectos similares sobre el tema.
También, a causa de los buenos resultados del JET (Joint
European Torus), obtenidos en Reino Unido y los experimentos realizados entre
los años 1983 y 1991, que permitieron demostrar la posibilidad de mantener la
fusión en el plasma.
A muchos de vosotros os sonara eso del proyecto ITER, algo
que se está haciendo en Francia, que cuesta un montón de millones.
El proyecto ITER, consiste en un experimento científico con
la misión de demostrar que es posible producir energía nuclear de fusión de
forma comercial.
El ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor),
fue ideado en el año 1986, está situado en Cadarache (Francia), con la misión
de demostrar la viabilidad de la energía de fusión nuclear, para la generación
energía eléctrica.
Realmente, el reactor nuclear del proyecto ITER, está basado
en un diseño ruso, denominado Tokamak.
La misión del proyecto ITER, consiste en calentar plasma
de Hidrógeno gaseoso, hasta una temperatura de 100.000.000 grados centígrados.
El sistema ruso basado en el confinamiento magnético Tokamak,
basado en el sistema de confinamiento magnético, consiste en mantener el plasma
en una cámara de vacío de forma toroidal, siendo el combustible deuterio y
tritio.
El plasma se consigue elevando el combustible a temperaturas
superiores a 150.000.000 de grados centígrados.
Unos fuertes campos magnéticos, separan el plasma de las
paredes de la cámara de vacío, por medio de bobinas por las cuales pasa una
corriente eléctrica.
Lo difícil de este sistema consiste en poder mantener la
alta temperatura y tener comprimido el hidrógeno de forma uniforme.
El 21 de mayo del año 2000, físicos estadounidenses,
dirigidos por Todd Evans, anuncian en un artículo, publicado por la revista
británica Natura Physics, que han superado uno de los problemas (ELMS) de la
fusión nuclear del tipo Tokamak, que provocan la erosión de las protecciones de
la vasija, lo cual provocaría la necesidad de reemplazarlas periódicamente, por
medio de una campo magnético resonante, creado por unas bobinas especiales
colocadas en el interior de la vasija del reactor, creando una interferencia
magnética caótica en el borde del plasma, evitando la formación de flujos.
A finales del año 2004 se decide situar el ITER en Cadarache
(Francia), optando también Vandellos (España) por la posibilidad de instalar el
ITER en su suelo.
El presupuesto inicial del proyecto ITER, fue de 5.000.000
de euros (aunque podía llegar a triplicarse), estimándose que su construcción
tardaría 10 años y que se mantendría operativo durante 20 años, con la
previsión de obtener plasma en el año 2016.
El día 24 de mayo del año 2006, los socios del proyecto ITER
(Unión Europea, Japón, Estados Unidos, Corea del Sur, India, Rusia y China),
firman un acuerdo en Bruselas, para crear un reactor de fusión del tipo Tokamak
en Carache (Francia).
En noviembre del año 2016, es aprobado un planing para el
proyecto, con la misión de conseguir el primer plasma en el año 2025 y las
primeras operaciones con deuterio y tritio para el año 2035.
El proyecto ITER ocupa 189 hectáreas, siendo su edificio
central el que contendrá el Tokamak y además cuenta otros treinta y ocho
edificios, el edifico donde está situado el Tokamak tiene una altura de siete
plantas de hormigón reforzado y estará asentado 13 metros bajo el nivel del
suelo.
Los objetivos del proyecto ITER son los siguientes:
-Producir 500 MW de potencia de fusión en pulsos de 400 s.
-Demostrar la operación integrada de tecnologías para una
planta de energía de fusión
-Alcanzar un plasma de deuterio-tritio en el que la reacción
se mantenga internamente
-Probar la producción in situ de tritio
-Demostrar las características de seguridad de un
dispositivo de fusión
Fuentes:
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