El termino seasteading, el cual es la contracción del término
mar (sea) y colonización (homesteading), fue comenzado a utilizar por Neumeyer,
Ken en el año 1.981, en su libro Sailing the Farm y en el año 1.998, por Wayne
Gramlich, en su artículo Seasteading Homesteading on the High Seas.
El seasteading, consiste en la creación de viviendas
permanentes en el mar, fuera de los territorios reclamados por los diversos
gobiernos, estas viviendas se denominan seasteads.
La mayoría de seasteads, son buques de crucero modificados,
plataformas marinas readaptadas, e islas flotantes construidas a medida.
Hasta el momento, no existe ningún estado creado en alta mar,
reconocido, como estado soberano.
Existe el Principado de
Sealand, que es una micronación, construida en el año 1.967, por la familia
Bates, en una plataforma marina abandonada, en las proximidades de Suffolk
(Inglaterra).
También existen grandes barcos en alta mar denominados
ciudades flotantes y pequeñas islas flotantes.
La posibilidad de crear estos micro estados, es debido que
según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, fuera de
las 200 millas náuticas (370 kilómetros), que los países pueden reclamar como
propias, el resto del mar solo está sujeta a las leyes de la bandera del barco
que lo navega.
Otra organización que utiliza el seasteading, es Women on Waves, dedicada a realizar
abortos.
También el seasteading, se utiliza para la creación de
emisoras de radio piratas, como Radio Caroline, que emite
desde los años 60.
El día 15 de abril del año 2.008, Wayne Gramlich y Patri
Friedman, fundan el Seasteading Institute, con la misión de facilitar la
creación de comunidades en plataformas
flotantes marítimas en aguas internacionales.
Se espera que Simon and Schuster, durante este año (2.015),
publiquen el libro Seasteading: Cómo naciones flotantes cambiará el mundo.
En la actualidad el Seasteading Institute, anda en
negociaciones con algunos países para combinar los principios de Seasteading y
ciudades de inicio, para crear una ciudad flotante dentro de las aguas
territoriales de algún país, por ser menos costosa la creación de esta ciudad
flotante, para los ingenieros, en aguas menos profundas que en mar abierto.
En un principio, me seduce personalmente mucho la idea del
seasteading, aunque más la versión de alta mar, un pequeño país, con pocas
leyes, leyes que todos conozcamos, no como las leyes que actualmente tenemos,
leyes que ni los abogados se las saben, estas leyes nos cuentan que son por
nuestra seguridad, pero de obligado cumplimiento, aunque las desconozcamos.
Pregunto yo… ¿Cómo se pueden obedecer unas leyes que
desconocemos?
La justicia es igual para todos, pero… también depende del
dinero que tengas para pagar a un equipo de abogados que se estruje las
neuronas para buscar la ley adecuada que más te beneficia.
Hasta aquí el seasteading parece el paraíso prometido, pero
también puede ser simplemente un maravilloso negocio para el creador de ese
micro país en aguas de nadie.
Ahora que el lector, lea, investigue y juzgue.
Fuentes:
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