En
esta ocasión os comentare una nueva fábula de Esopo.
La alondra moñuda.
Una
alondra moñuda cayó en una trampa y se dijo suspirando:
¡Desgraciada alondra!
A nadie has robado ni oro ni plata,
ni cosa valiosa alguna;
pero llevarse un insignificante
granito de trigo ajeno será la causa de tu muerte.
Nunca te expongas a un
gran peligro por un mezquino beneficio.
En
esta ocasión, compararemos el ansia de obtener algo, con el riesgo que llegamos
a alcanzar para obtener ese algo.
Me
vienen a la mente las famosas hipotecas, en las cuales una importante cantidad
de españolitos hipotecaron sus vidas, las de sus hijos, las de los padres…
No
voy a intentar descubriros quien ha sido más culpable, si el culpable fue quien
se hipoteco, quien lo avalo, el banco que le prestó el dinero, el Banco de
España por no preveer la situación que acontece actualmente, ni tan solo a los
ayuntamientos y gobierno que teniendo medios para controlar esto, solo pensaban
en llenar las arcas del ayuntamiento y del estado (mejor olvidar las
“comisiones”, que con este tema ya tenemos llenita la prensa diaria).
Aunque
realmente los CULPABLES, son todos y cada uno de los mencionados con
anterioridad, en distinto grado, pero todos ellos son CULPABLES.
Sabemos
a ciencia cierta que la economía es cíclica, hay épocas de bonanza y épocas de
crisis.
Realmente,
esta crisis ha sido y sigue siendo muy grave, está claro que saldremos de ella
de una forma u otra, pero hay que sobrevivir mientras la crisis perdure.
El
españolito (o inmigrante), tenía la ventaja del crédito barato y fácil, el
banco de la esquina nos dejaba el dinero para comprarnos el pisito, el coche, moblar
el pisito e incluso irnos de crucero… y nosotros como críos pequeños picábamos
inocentemente y nos quedábamos con el caramelito envenenado.
Nadie
pensaba en la crisis, nadie pensaba que se acabaría el trabajo, nadie pensaba
que bajaría el precio del ladrillo (el ladrillo siempre sube), nadie pensaba
que el coche se hace viejo y aun lo estas pagando…
Para
todos la hipoteca era el grano de trigo que intento comerse la alondra de la
fábula, e incluso para algunos ha sido su sentencia de suicidio.
Otra
cosa que no entiendo, si tu banco amigo te presta dinero con el aval de una
hipoteca, si no puedes pagar, debería ejecutar la hipoteca, pero no reclamarte
más, si esta entidad malvende tu
garantía o simplemente la valoro mal, o no pensaba que bajarían los precios de
mercado, es tu entidad bancaria la que valoro tu posesión, ella debe ser la
responsable.
Aunque
las leyes decían otra cosa, parece ser que los tribunales, más lentos que un
cangrejo, empiezan a dar la razón a los menos poderosos.
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