Seguramente, a todos os sonara la palabra Haarp
(un microondas gigante de los americanos, aunque hay muchos más, muchos
más modernos y además mucho más potentes).
El 23 agosto del año 1.944, casi al final de la Segunda
Guerra Mundial, Alemania, interesada en instalar estaciones meteorológicas en
el Norte de Europa, para poder saber con antelación la climatología, con la
intención de utilizarla para favorecer sus ataques militares, decidió poner en
marcha la Operación Haudegen (Operación Estocada).
Al frente de la Operación Haudegen, colocaron al profesor en
geología y geografía, teniente Wilhelm Dege, que además hablaba correctamente
el idioma noruego.
Junto con 10 soldados bajo su mando, zaparon un 10 de
septiembre del año 1.944, el submarino U-307 bajo las órdenes de
Friedrich-Georg Herrie y un carguero (Karl J. Bush), llegando el 10 de
septiembre de 1.944 a Rijpfjorden y posteriormente a Nordostlandet (Noruega), donde el equipo
construyó como complemento de otras bases similares, la estación de Haudengen, siendo
esta estación era complementaria de otras instaladas en la costa de Groenlandia
y la costa de Canadá.
Posteriormente, tanto el carguero como el submarino
regresaron a Alemania dejando allí a científicos y militares.
Unos meses más tarde, en la Batalla de las Ardenas (Bélgica
y Luxemburgo), la ofensiva alemana sorprendió a los aliados que poseían una
gran superioridad aérea sobre los alemanes, poco pudieron hacer para defenderse
a causa de una gran nubosidad que cubría el campo de batalla.
Otro dato curioso del caso es que Wilhelm, Dege y sus
hombres, al enterarse de fin de la guerra por radio destruyeron todas sus armas
y enterraron los documentos que poseían, documentos que fueron recuperados por
el hijo de Deje, Eckart, en el año 1.985.
Deje y sus hombres, después de estar más de un año sin
noticias de Berlín, se rindieron a un barco noruego de cazadores de focas
(Blaasel), al mando del capitán Ludwing Abertsein, que pasó por el lugar, a
pesar de tener víveres y equipos para sobrevivir durante meses, siendo estos
los últimos alemanes en rendirse, el 3 de septiembre del año 1.945.
Esta rendición, se realizó un día antes, de que Japón
también firmara su rendición.
La estación quedo abandonada en el Ártico, donde aún
persisten sus restos.
Los 11 prisioneros permanecieron durante meses en un campo
de prisioneros de Tromsö, hasta que fueron liberados y enviados a Alemania.
Uno de los libros escritos por Wilhelm Dege, después de la
guerra fue “Gefangen im arktischen Eis Wettertrupp ‘Haudegen’ die letzte
Arktisstation des Zweiten Weltkrieges” (Atrapados en el hielo ártico "caballo
de batalla" la última estación ártica de la Segunda Guerra Mundial),
traducido al inglés en el año 2.004.
La web “Mundo Desconocido”, tiene un interesante vídeo sobre
el tema “La Secreta Operación Haudegen.”
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