Hoy
conoceremos un nuevo término, para conocer uno más de los problemas que afectan
a la mente de los humanos.
La abulia o
carencia de voluntad, consiste en la incapacidad para decidirnos o simplemente
movernos.
La carencia
de voluntad (abulia) no genera ninguna dolencia física, pero si nos quita la
fuerza de voluntad para ejercitar una decisión.
Consiste la
abulia en un sentimiento de desgana, inapetencia, dejadez, abandono, mermando
las energías y frenando el desarrollo interior, así como la madurez emocional.
Se trata de
un estado que se suele producir por repetidos sentimientos de fracaso, falta de
objetivos, incluso de incapacidad de estimular los intereses del paciente
generando tristeza, cansancio o abatimiento.
Para luchar
contra la abulia Ramiro Calle en “Las zonas oscuras de tu mente” nos recomienda
los siguientes puntos:
-Cultivar
la atención mental
-Plantear
objetivos, sin prisas pero sabiendo asumir los fracasos
-Reflexionar
sobre la fugacidad de la vida
-Buscar
intereses creativos y constructivos que estimulen la mente
-Aplicar
algún método deportivo, artístico, social o espiritual para hacer funcionar la
mente
-Asociarse
con personas creativas y vitales
-Lecturas
que puedan inspirar y orientar la mente
-Abrir los
sentimientos hacia las otras personas y los animales, desarrollando
sentimientos conscientes y desinteresados
-Practica
de yoga o tai-chi, especialmente las técnicas de control de la respiración
Las
personas abúlicas tienden a no responsabilizarse de sus actos, lo que termina
por meterlas en una dejadez crónica.
Estas
personas deben procurar tener una alimentación equilibrada, mejorar su
respiración, tener un descanso adecuado, así como deben ordenar su mente para
superar la abulia.
La abulia
consiste en un estado de falta de energía, que elimina las ganas de hacer
cosas, tornándose un círculo vicioso que a menos haces, menos ganas de hacer
cosas tienes.
Esto además
de generar un sentimiento de abatimiento y cansancio, también genera
sentimientos de infelicidad, así como de infravaloración.
Como
decíamos más arriba, para luchar y vencer la abulia, es necesaria una buena
alimentación, la respiración adecuada y el descanso adecuado, serán los mejores
medicamentos contra este sentimiento.
Aunque
realmente el ejemplo que os pondré a continuación no es precisamente un estado
de abulia, se le parece.
Recuerdo no
hace muchos años, que especialmente los lunes iba completamente desganado a
trabajar, aunque tenía que ir (si quieres comer has de ganar un sueldo).
Analicemos
por qué iba a trabajar sin ninguna gana…
1-Hay que
madrugar para ir a trabajar
2-Probablemente
el jefe este de mala leche y nos grite
3-Apetece
mas quedarse en casita tomando un café
4-En el
trabajo tendremos que solucionar problemas diversos
5-Se está
mejor haciendo lo que nos apetece, que haciendo lo que nos mandan
6-Los
inconvenientes que se os ocurran a vosotros
Ahora os
comentare cada uno de los seis puntos, pero mirándolo desde la perspectiva de
hacerlo con placer.
1-Normalmente
(eso sí, sin obligación), cuando no trabajo, me levanto a la misma hora que
cuando trabajo, en ocasiones, incluso antes, entonces ¿es un motivo para
quejarse por madrugar para ir a trabajar?
2-Es un
vicio que tienen muchos jefes, pero también, si se nos acostumbran a gritar ¿no
será también un poco culpa nuestra…? Si el jefe no tiene razón en sus gritos (y
no siempre la tiene) podemos dejarlo desahogarse, cuando suelte toda su rabia,
con educación, razonemosle.
Si
agachamos las orejas, bajamos la mirada y nos vamos gruñendo e insultando al
jefe en nuestro interior, conseguimos dos cosas, la primera es que el jefe siga
haciendo eso porque sabe que no nos defenderemos, la segunda, conseguiremos una
maravillosa ulcera en nuestro estomago unida a un maravilloso sentimiento de
odio hacia nuestro jefe…
También
antes de poner en práctica, el poner solución al problema, que la tiene, jamás
debemos hacer lo que hace el jefe, entrando en una batalla de ver quién de los
dos grita mas, así solo conseguiremos acrecentar su furia, escuchémosle,
dejemos que saque todos los sapos y culebras que lleva dentro, tomemos nota
mental de lo que dice, con total tranquilidad, mirándole a los ojos, sin
retarlo, pero si escuchándolo atentamente y cuando se le acaben las pilas,
razonarle, simplemente eso.
Haciendo
esto, poco a poco, comprenderá que después de que diga sus barbaridades,
nosotros le replicaremos… y le demostraremos que sabemos defendernos con
educación y raciocinio.
3-Cierto,
prefiero tomar un café en casa, pero también puede ser agradable tomar ese café
con un compañero e incluso con el jefe gruñón que comentábamos más arriba.
4-Los
problemas que habremos de solucionar en el trabajo, para eso vamos a trabajar,
además ciertamente en ocasiones, necesitaremos la ayuda de un compañero o del
mismísimo jefe para solucionar un problema, como en ocasiones, los demás
recurrirán a nosotros, para solucionar un problema que tengan ellos… así
aprendemos, razonamos y ejercitamos nuestras neuronas.
5-Se está
mejor haciendo lo que nos apetece… pero si siempre hacemos lo que nos apetece
hacer, nos puede ocurrir que simplemente nos acomodemos a no hacer nada y la
abulia (en casos extremos) se apodere de nosotros.
6-Este
supuesto abierto os lo dejo a vosotros, mirar lo que no os guste a vosotros de
ir a trabajar y mirar ese supuesto negativo con mentalidad positiva como hemos
hecho más arriba… seguramente os sorprenderéis del resultado.
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