Biocentrismo
es un término acuñado alrededor del año 1.970, el cual consiste en una teoría
moral, la cual afirma que todo ser vivo merece respeto moral.
El
biocentrismo proviene de la ecología radical, reivindicando el valor primordial
de la vida.
Esta teoría
afirma, que todos los seres vivos tienen el mismo derecho a existir, a
desarrollarse, así como a expresarse con autonomía, mereciendo el mismo respeto,
puesto que poseen el mismo valor.
El
biocentrismo, propone que la actividad humana impacte lo menos posible sobre
otras especies, así como sobre el planeta.
Su ideal
son los conceptos de interacción, coevolución, complejidad de las relaciones
entre las especies, la no discriminación, el trato con los animales, la cultura
de lo vivo, la interactividad entre los sexos, la democracia participativa, la
agricultura ecológica, así con la utilización de energías renovables.
Según el profesor
Robert Lanza, la teoría del biocentrismo dice que la muerte es una ilusión.
Él dice que
la vida crea el universo, y no al revés, lo cual significa que el espacio y el
tiempo no existen de la forma lineal que nosotros suponemos.
Con el
experimento de Thomas Young, también conocido como de doble rendija, nos razona
su punto de vista el profesor Lanza.
Este
experimento realizado en el año 1.801, el experimento de doble rendija, para
intentar comprender la naturaleza ondulatoria de la luz, procedente de una
fuente lejana, al difractarse cuando la luz pasa por dos rejillas, lo cual
contribuyo a comprender la teoría de la naturaleza ondulatoria de la luz.
Más tarde
este experimento ha sido fundamental para demostrar la dualidad onda
corpúsculo, una característica de la mecánica cuántica.
Este mismo
experimento puede ser efectuado con electrones, protones o neutrones, los
cuales producen patrones de interferencia similares.
Esta teoría
nos demuestra, que la materia y la
energía pueden mostrar características tanto de ondas como de partículas.
El profesor
Lanza también nos afirma que si el espacio y el tiempo no son lineales, la muerte
tampoco puede existir en un “sentido real”.
Ciertamente
pensar en otra vida, desde el punto de vista científico, es una inmensa
tontería, la ciencia solo admite lo comprobable, de hecho la ciencia no cree,
simplemente afirma o niega basándose en unas teorías o hechos comprobables.
Según el
profesor Lanza, tiene pruebas que nos confirman una existencia mas allá de la
tumba, encontrándose la explicación en la física cuántica, afirmando que la
muerte que conocemos es una ilusión creada por nuestra conciencia.
Lanza cree
que nuestra conciencia crea el universo, nunca al revés, además afirma que una
vez que aceptemos, que tanto el espacio, como el tiempo, son herramientas de la
mente, la muerte simplemente no puede existir.
Para los
muy interesados en el tema les remito al libro del profesor Robert
Lanza donde explica su teoría, cuyo título es el siguiente:
“Biocentrismo: De Cómo la Conciencia y la
Vida son las claves para entender las verdadera naturaleza del Universo”.
Una
interesante afirmación del profesor Lanza es la siguiente:
“Creemos que la vida es sólo actividad de carbono y una
mezcla de moléculas – que vivimos un tiempo y después nos descomponemos en el
suelo”.
También
afirma Lanza, que las personas creemos que morimos por la sencilla razón de que
es lo que se nos ha enseñado, por lo cual nuestra conciencia enlaza la vida con
los cuerpos y nosotros conocemos la muerte del cuerpo.
Según su
teoría del biocentrismo, la muerte no puede ser tan terminal como nosotros
creemos, clasifica el biocentrismo como la teoría del todo y la palabra
biocentrismo proviene de la palabra griega “centro de vida”.
Basándose
en su teoría, afirma que tanto la vida, como la biología, son lo más importante
de la realidad, por este motivo la vida crea el Universo y no al revés.
También
basándose en la afirmación anterior, nos cuenta que la conciencia de la persona
determina la forma y el tamaño de los objetos del Universo.
Lanza nos
explica cómo percibe las cosas nuestro cerebro, con una parábola…
“Una persona ve un cielo azul, y se le dice
que el color que está viendo es azul, pero las células en el cerebro de una
persona pueden ser cambiadas para que mire el cielo de color verde o rojo.”
“Nuestra conciencia tiene sentido del
mundo, y puede ser alterada para cambiar esta interpretación”.
También Lanza
afirma que el espacio y el tiempo simplemente son instrumentos de nuestra
mente, si aceptamos esta teoría, obtendríamos que la muerte y la idea de
inmortalidad existe en un mundo sin fronteras espaciales o lineales.
Otra interesante
afirmación de Lanza es la siguiente:
“Cuando morimos nuestra vida se convierte
en una flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso” (aclarando: lo que se ve, no existe sin
conciencia, nuestra conciencia da sentido al mundo).
Fuentes:
Ciertamente,
este tema es un poco complejo para mi realista mente, es muy cierto que la
Naturaleza lo aprovecha todo.
Sabiendo esto…
¿Cuál es la
misión de la muerte?
Quizás la
regeneración, o quizás la respuesta sea que tal vez la naturaleza sea
consumista como nuestra sociedad, tirando lo viejo y fabricando de nuevo…
Quizás Robert
Lanza tenga razón con su teoría del biocentrismo, no lo sé, ciertamente él sabe
bastante más que yo sobre el tema, aunque sus afirmaciones personalmente opino
que son mas una creencia que una realidad, aunque también creo que la
naturaleza no destruye su obra, simplemente la regenera…
A ver cuant@s de
los que leen este post se estrujan un poco de esas neuronas que poseen es sus cerebros,
aunque no se decidan a comentar (si lo hacen mejor, así comparten su opinión y
aprendemos todos), me conformo simplemente a que intenten comprender sea por la
teoría del biocentrismo, otra cualquiera existente, o la que se le ocurra al
lector, y aprovechen para pensar si hay algo después de la muerte o no.
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