Con este post conoceremos mejor ese armazón óseo que da
sustento a nuestros músculos y órganos internos.
Un hueso consiste en un tejido firme, duro y resistente el
cual forma el endoesqueleto (estructura interna que da soporte a los animales
vertebrados), aunque también posee tejidos blandos.
Los huesos están formados por un tejido óseo formado por
osteocitos (células) y componentes extracelulares calcificados.
Nuestro sistema óseo está recubierto por un tejido conectivo
fibroso (periostio) y sus articulaciones están cubiertas por un tejido
cartilaginoso, en el interior de los huesos se encuentra la médula ósea.
Los huesos también poseen vasos sanguíneos y nervios.
Las principales funciones de los huesos son mecánicas,
metabólicas y sintéticas.
La función mecánica de los huesos nos sirve de protección,
formando cavidades que protegen a los órganos internos más importantes de
posibles traumatismos, también sirve de sostén de órganos y tejidos blandos,
permite el movimiento con la ayuda de músculos y tendones, también son huesos
los que nos permiten escuchar el sonido en el oído medio.
Los huesos, también poseen funciones metabólicas, acumulando
en ellos minerales, especialmente calcio y fósforo, también almacenan los
factores de crecimiento, siendo la matriz ósea la que posee el factor de
crecimiento insulínico, el factor de crecimiento transformante beta, la
proteína morfogénica ósea, etc, almacenan energía guardando en la médula ósea
amarilla los ácidos grasos, también absorbiendo o liberando sales alcalinas en
la sangre regulan el pH de esta, también los huesos acumulan metales pesados y
otros elementos nocivos extrayéndolos de la sangres y liberándolos
paulatinamente para su excreción, además realizan una función endocrina.
Los tejidos esponjosos de los huesos largos mediante la
médula ósea roja realizan la hematopoyesis (formación de células sanguíneas).
En los humanos adultos forman su esqueleto alrededor de 206
huesos, sin contar los dientes, los huesos sutúrales (supernumerarios del
cráneo) y los huesos sesamoideos (huesos de las articulaciones).
Curiosamente, los recién nacidos poseen unos 300 huesos en
lugar de los 206 que poseen los adultos, la misión que posee este mayor número
de huesos es facilitar el parto, los bebes tienen algunos de sus huesos
separados y unidos por un tejido cartilaginoso que posteriormente se osificará,
estos huesos “troceados” se encuentran en el cráneo y también en ambas
mandíbulas.
Fuentes:
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