Los chuetas, son un grupo social de la isla de Mallorca
(España), siendo documentado el término chueta por primera vez alrededor del
año 1.688, en los procesos
inquisitoriales, por los propios
procesados.
El termino chueta, proviene del diminutivo de judío, en
catalán xuetó, el cual posteriormente evolucionaria a xueta (aún vigente),
otros afirman que procede del termino xulla (tocino), en cambio otros creen que
proviene de la xuia (proviniendo esta de una combinación de los anteriores
términos).
También los chuetas, son conocidos como de la calle del
Segell, otorgando a los chuetas, el nombre que posee la calle del barrio donde vivían
concentrados.
Los apellidos que se consideran chuetas son: Aguiló, Bonnín,
Cortès, Fortesa, Forteza, Fuster, Martí, Miró, Picó, Pinya, Piña, Pomar,
Segura, Tarongí, Valentí, Valleriola, y Valls principalmente, aunque están
documentados más de 330 apellidos entre conversos y condenados por judaizar
Mallorca.
Este grupo social, desciende de judíos
mallorquines, conversos al cristianismo,
conservándose su conciencia colectiva de sus orígenes a causa de ser portadores
de algunos de los apellidos de linaje.
La Iglesia mallorquina, realizo importantes esfuerzos para
cristianizar a los chuetas, sin obtener éxito hasta finales del siglo XIV,
aunque a partir del año 1.391, a causa del asalto a las juderías (barrio donde
se concentraban los judíos), así como las predicaciones de San Vicente Ferrer
durante el año 1.413, también en el año 1.435, a causa de situaciones de riesgo
para los chuetas, estos realizaron conversiones en masa al cristianismo.
Estas conversiones fueron por medio de coacciones, por lo
cual muchos de los chuetas continuaron sus prácticas religiosas habituales,
constituyendo la Cofradía de Nuestra Señora de Gracia o de Sant Miquel dels
Conversos.
Has casi finales del siglo XV, los chuetas fueron
desarrollando sus actividades (en parte clandestinas), en su Cofradía de
Nuestra Señora de Gracia, sin excesiva presión por parte de la Iglesia, la
política o la población.
En el año 1.488 llegan a Mallorca los primeros inquisidores
con la misión encomendada por los Reyes Católicos de crear la unificación
religiosa el reino.
El objetivo principal de los inquisidores consistió en
reprimir el criptojudaísmo, aplicando los Edictos de gracia, mediante los
cuales la autoinculpación por herejía evitaba condenas severas.
A causa de los Edictos de gracia entre los años 1.488 y
1.492, 559 personas reconocieron haber realizado prácticas judaicas, de los
cuales los inquisidores obtuvieron los nombres de la mayoría de los chuetas,
castigando duramente a sus familias y círculos cercanos.
Durante el año 1.632, Juan de Fontamar, promotor y fiscal
del tribunal mallorquín, envía un informe a la Suprema Inquisición, en el cual
acusaba a los criptojidíos de 33 cargos, entre los cuales estaban, la práctica
del secretismo, asignar nombres a sus hijos del Antiguo Testamento, excluir del
domicilio la iconografía del Nuevo Testamento, así como la presencia del
Antiguo Testamento, el desprecio e insulto a los cristianos, obtener cargos
dentro de la Iglesia para poder burlarse de esta con impunidad, la aplicación
de un sistema legal propio, realización de reuniones clandestinas, la
financiación de una sinagoga en Roma, la práctica de costumbres judías
(incluyendo estas el sacrificio de animales, los ayunos, la práctica del Sabbat,
evitación de la extremaunción e incluso la realización de sacrificio humanos),
aunque curiosamente, en esos momentos no actuó la Santa
Inquisición.
Los chuetas, a finales del siglo XVII sufrieron condenas
inquisitoriales por criptojudaísmo (grupo de personas que practica el judaísmo,
mientras públicamente afirman practicar otras creencias) o simplemente por ser
familia de chuetas.
A partir del año 1.670, comienzan a aparecer referencias
sobre los chuetas en documentaciones gremiales, fiscales, inquisitoriales, etc,
lo cual muestra ante la percepción general la existencia del grupo, lo cual
anuncia la posterior movilización de la Santa Inquisición.
Entre los años 1.673 y 1.695, la Santa Inquisición vuelve a
actuar contra los chuetas, a pesar de que la Inquisición estaba ya en sus horas
bajas, pero no se sabe muy bien el motivo de su actuación, podría ser las
necesidades financieras de la corona, las preocupación de los sectores
económicos en decadencia, la preocupación por el dinamismo comercial de los
chuetas conversos, la reanudación de prácticas religiosas en la comunidad
surgiendo del ámbito doméstico, un rebrote en el celo religioso o el juicio de
Alonso López, detenido a los 17 años de edad (judío expulsado de Oran por la
corona española), que acabo quemado vivo en la hoguera en el año 1.675.
En el año de la detención de Alonso López, unas criadas de
chuetas, cuentan a su confesor que sus amos practicaban ceremonias judaicas,
aunque hasta el año 1.677, no actúa la Inquisición a la denuncia de las
criadas, procediendo a la detención de uno de los líderes chuetas mallorquines,
Pere Onofre Cortès, junto con otras cinco personas, posteriormente fueron
detenidas 237 personas, siendo confiscados todos los bienes de los chuetas,
valorados en dos millones de libras mallorquinas (unas 654 toneladas de plata).
En el año 1.679 se celebran cinco Autos de fe, siendo el
primero de ellos la destrucción y salinización del huerto donde se reunían los
chuetas, lugar donde fueron condenados 221 chuetas conversos.
Una vez cumplidas las penas impuestas por la Santa
Inquisición, los que persistían en su fe judía, preocupados por la vigilancia
inquisitorial y las vejaciones de la sociedad deciden formar pequeños grupos y
huir de la isla, aunque solo unos pocos lo lograron.
Rafael Cortés (Cap loco), se casó con una mujer cristiana,
pero de apellido converso (Miró), sus familiares en lugar de felicitarlo lo
acusaron de malmezclado, Rafael por despecho denuncio a algunos de sus
correligionarios ante la Santa Inquisición de mantener la fe judía, lo cual
motivó una fuga en masa, provocando que embarcaran clandestinamente el día 7 de
marzo del año 1.688 con destino a Ámsterdam, un temporal les impidió zarpar, al
regresar a sus casas la Santa Inquisición los detuvo.
En el año 1.691, en cuatro autos de fe, la Santa
Inquisición condena a 88 personas por
prácticas judías, entre ellas Rafel Valls, Rafel Benet y Caterina Tarongi que
fueron quemados vivos delante de 30.000 personas.
En el año 1.665, se realiza un auto de fe contra 11 difuntos
y mujer viva, que fue reconciliada.
El año 1.691, el jesuita y teólogo Francesc Garau
publica “La Fee Trivnfante en qvatro avtos
celebrados en Mallorca por el Santo Oficio de la Inqvisición en qve an salido
ochenta i ocho reos, i de treinta, i siete relaiados solo uvo tres pertinaces”.
El año 1.718, Rafel Pinya se autoinculpa y es reconciliado.
El año 1.720, Gabriel Cortés, fugitivo de Alejandría y
convertido al judaísmo es quemado, siendo el ultimo condenado a muerte por la
Inquisición mallorquina.
Los chuetas, hasta la primera mitad del siglo XX, han
practicado una estricta endogamia (realización de matrimonios solo entre personas
de un mismo linaje, familia o grupo), a causa de haber estado estigmatizados y
segregados.
En la actualidad, alrededor de 20.000 personas en la isla de
Mallorca son portadores de alguno de los apellidos pertenecientes a los
chuetas.
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