En
esta ocasión os presento una receta muy sencilla y “opino” que muy original.
Como
siempre ando buscando aprovechar restos de la nevera, pues aun me quedaba
calabaza de mi mal cuidado huerto, huevos de las gallinas y sobras de un
sofrito de esos que venden prefabricados para cuando estamos vagos y no tenemos
ganas de cocinar, pues prepare esto para cenar.
Nota:
pensé en hacer dos unidades por persona, pero al final opte por una sola y como
con eso no basta, embutido y una sencillita ensalada de tomate, cebolla en
juliana, aceite, vinagre y sal.
Ingredientes
(2 personas):
2
rodajas de calabaza de un dedo de grosor
2
huevos
1
loncha gruesecita de queso (del que tengamos por casa) en mi caso queso fresco
que corte a bastoncitos.
Un
poco de sofrito (también vale un poco tomate frito o kétchup).
Sal
Preparación:
Cortamos
las dos rodajas de calabaza, con cuidado le quitamos la piel y las semillas, si
las tuviera (la parte que use no las tenia).
Colocamos
un papel de horno sobre la bandeja del horno y salamos las dos rodajas.
Horneamos
a 180 º hasta que este tierna la calabaza.
Cuando
este tierna la sacamos del horno y la pintamos con el sofrito.
Sobre
cada rodaja de calabaza coloque un molde redondo para que no se me desparramara
el huevo, si esta vacío el centro (en el caso de que vuestra rodaja tuviese
semillas) igual no es preciso el molde.
Sobre
el huevo colocamos taquitos de queso al gusto (si lo preferís mas colorido
podéis poner chorizo, jamón dulce o jamón salado).
Salamos
el huevo.
Colocamos
de nuevo en el horno, solo con el gratinador encendido y esperamos a que el
huevo se nos cuaje cuidando de que la yema no se endurezca, si se endurece,
pues a aguantarse y quedarse sin mojar sopitas en ella.
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