Hoy os escribo sobe la malevolencia, consiste en una
palabra poco utilizada, que describe, la mala disposición de alguien hacia
alguien o algo.
Su sinónimo más habitual seria lo que conocemos como
rencor.
Los sentimientos de malevolencia e ira, pueden ir unidos,
aunque no necesariamente tienen que ir unidos, puede darse el caso de una
persona rencorosa sin alterarse, así
como el caso de otra persona que su rencor le genere una gran irritabilidad.
La malevolencia empuja a querer dañar a los demás, las
palabras que salen de la boca de una persona malevolente suelen ser ásperas,
difamantes, calumniadoras, hirientes, la cuales suelen ser muy dañinas para
quienes les rodean.
Las personas malevolentes deberían aprender a dominar su
malevolencia, así como entrenarse para lidiar con ella.
Es un secreto a voces, el cual os lo he contado en muchos
de mis post, que como nos comportamos nosotros, el mundo se comporta con
nosotros.
Si salimos de casa con una sonrisa, es más fácil que al
cruzarnos con el vecino este nos sonría, en cambio si vamos con cara vinagre,
seguramente, ni se moleste en saludarnos y piense para sí (que engreído es mi
vecino, que se habrá creído…).
Para ser felices con nosotros mismos veo muy interesante
seguir los consejos de la Psicología
de Mettà.
Uno ama a todos los seres
- al no hostigar a ningun ser, así se
evita el hortigamiento
- al ser inofensivo (hacia todo ser), asi
se evita la ofensividad
c - al no torturar (a ningún ser), así se
evita la tortura
- al no destruir (ninguna vida),así se
evita la destructividad
e - al no exasperar (a ningun ser), así
evita la exasperación
f -al proyectar el pensamiento, “Que todos
los seres sean felices y carezcan de infelicidad”
- al proyectar el pensamiento, “Que todos
los seres gocen de bienestar y carezcan de aflicción”
Se trata de ocho “recomendaciones” que parecen muy
simples, pero si las analizamos y las cumplimos, solucionaríamos muchos
problemas de nuestra mente y viviríamos en un mundo mejor.
Si cargamos en nuestra mochila compañeros de viaje, tales
como el rencor, la ira, la envida, el mal genio, etc…
¿Quién querrá estar a nuestro lado?
¿Seremos más felices teniendo rencor hacia algo ocurrido
hace tiempo?
Sinceramente, nadie quiere a un amargado gruñón a su
lado, además el amargado gruñón tampoco se siente bien, por eso gruñe y esta
amargado.
Pues para solucionar todos estos problemas,
mentalicémonos para disfrutar la vida, ver lo positivo de las cosas, poner una
sonrisa en la cara…
Ganara nuestra salud mental, se beneficiara nuestra salud
física, nos valoraran más los que nos rodean y cada día nos sentiremos mejor
nosotros mismos.
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