En la actualidad, se habla mucho de república e
independencia en Cataluña, pero muchos no conocemos la historia.
Comencemos por conocer el principio de esta historia.
La primera República Catalana fue proclamada en el siglo
XVII por Pau Claris, concretamente un 17 de enero del año 1641.
Aunque una semana después, entra el ejército de Felipe IV, a
causa de lo cual, en entonces presidente de la Generalidad, Pau Claris,
proclamó del día 23 de enero a Luis XIII de Francia Conde de Barcelona,
colocando de esta forma el Principado de Cataluña bajo soberanía de francesa.
El 26 de enero del año 1641 fue librada la batalla de
Montjuic, derrotando en ella al ejército de Felipe IV, el cual tuvo que
retirarse, un mes más tarde fallece Pau Claris.
Luis XIII de Francia, fue sucedido por Luis XIV hasta el año
1642.
En el año 1648, se finaliza la Guerra de los Treinta Años a
causa de lo cual se firma el Tratado de Westfalia, perdiendo España parte de
sus dominios en el centro de Europa, aunque continuo la guerra entre la monarquía
hispánica y Francia.
En el año 1652 se pone fin a la guerra, a causa de la
destitución del Conde Duque de Olivares, el hambre y la peste.
El año 1659, Luis XIV y Felipe IV firman la Paz de los
Pirineos, motivo por el cual, es cedido a Francia el condado del Rosellón y el
norte de Cerdaña, invalidando las demarcaciones que marcaba la Constitución
Catalana.
Representantes de los comités federales de Aragón, Cataluña,
Valencia y Baleares firman el Pacto de Tortosa, con la misión de restaurar la
corona de Aragón, el día 18 de mayo del año 1869.
Estanislao Figueras es elegido presidente de la república
española en el mes de febrero del año 1873, tomando posesión de su cargo en el
mes de junio, pero a causa de la crisis económica, las divisiones dentro de su
propio partido y la proclamación soberanista de Tortosa, le obligan a dimitir
en beneficio de Francisco Pi i Margall, exiliándose a Francia, desde donde
intenta reconstruir el Partido Federal, sin conseguirlo.
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII nombra al
general Berenguer presidente del Gobierno para el restablecimiento de la
normalidad constitucional.
Los partidos republicanos, en agosto del año 1930, de reúnen
en San Sebastián, firmándose el pacto de San Sebastián, entre los cuales
también se encontraban representantes catalanes, Manuel Carrasco Formiguera
(Acción Catalana), Matías Mallol Bosch (Acción Republicana de Cataluña) y Jaime
Aiguader (Estat Catalá de Francesc Maciá), agrupación que fundaría
posteriormente Esquerra Republicana de Cataluña).
Berenguer al poco tiempo, es sustituido por el almirante
Juan Bautista Aznar, jurando su cargo el 18 de febrero del año 1.931.
Tras el rotundo éxito en las elecciones de la coalición
republicana (ERC), el rey
Alfonso XIII abandona España, el día 14 de abril del año 1931, siendo proclamada la República Catalana por Francesc Maciá, desde el balcón del actual Palacio de la Generalidad de Cataluña, como Estado integrante de la Federación Ibérica.
Alfonso XIII abandona España, el día 14 de abril del año 1931, siendo proclamada la República Catalana por Francesc Maciá, desde el balcón del actual Palacio de la Generalidad de Cataluña, como Estado integrante de la Federación Ibérica.
El 17 de abril del año 1931 Marcel Domingo, Lluís Nicolau d’Olwer
y Fernando de los Ríos (ministros catalanes españoles), son enviados en avión a
Barcelona a negociar con Francesc Maciá, acordando con Esquerra Republicana de
Cataluña, la renuncia de esta a la República Catalana a cambio de un Estatuto
de Autonomía y gobierno catalán que adquiriría la denominación de Generalitat
de Cataluña, institución abolida por Felipe V en los decretos de Nueva Planta
del año 1714.
El 3 de agosto del año 1931 es aprobado por una inmensa
mayoría el proyecto de estatuto para Cataluña (Estatuto de Nuria).
Entre enero y abril del año 1932, una comisión de las
Cortes, adecuaron el proyecto de Estatuto de Cataluña, a la Constitución con
una gran oposición en la cámara para su aprobación.
En agosto del año 1932, el general Sanjurjo da un fallido
golpe de Estado, lo que acelera la
aprobación del Estatuto de Cataluña, el cual es aceptado el día 9 de septiembre
de 1932.
Pocas semanas después de ser aprobado el Estatuto de
Cataluña se celebran las elecciones al Parlamento de Cataluña, siendo constituido
el día 6 de diciembre del año 1932, siendo su presidente Lluís Companys.
En el mes de noviembre del año 1933, se celebran las
segundas elecciones generales del periodo republicano, ganadas por la CEDA,
quedando en segundo lugar el Partido Republicano Radical.
El día de Navidad fallece el presidente Francesc Maciá,
siendo sustituido el día 1 de enero del año 1934 por Lluís Companys.
Luís Companys que fue uno de los fundadores de la Unió de
Rabassaires, propuso que los pequeños agricultores del campo catalán pudiesen comprar las tierras que trabajaban (que solo
las podía cultivar arrendándolas), por ello el 11 de abril de 1934 es aprobada
la Ley de Contratos de Cultivo por parte del Parlamento de Cataluña, ley a la
que opuso la CEDA y fue revocada por el Tribunal de Garantías Constitucionales,
lo cual causó una grave crisis política entre Madrid y Barcelona.
Las Cortes Españolas se reúnen el día 1 de octubre, mientras
la CEDA retira su confianza al Partido Republicano Radical, presidido por Ricardo
Samper, cayendo el gobierno de este al día siguiente, formando un nuevo
gobierno Alejandro Lerroux el día 4 de octubre de 1934.
El día 5 de octubre, la Alianza Obrera de Cataluña declara
una huelga general, sin el apoyo de la
Confederación Regional del Trabajo de Cataluña (CNT), quedando paralizada
Barcelona.
El día 6 de octubre, la Alianza Obrera organiza una
manifestación la cual se dirige hasta la Plaza de San Jaime con pancartas
reclamando la República Catalana, la cual se disolvió pacíficamente.
El presidente de la Generalidad, intento hablar por teléfono
con el presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora sin conseguirlo, para
advertirle que sería imposible contener las reacciones izquierdistas y
nacionalistas contra el nuevo gobierno que incluía la CEDA, esa misma mañana
Companys conoce el anuncio de que el gobierno de Lerroux había declarado el
estado de guerra en toda España.
Lluís Companys, presidente de la Generalitat, apareció en el
balcón de la Generalidad acompañado de sus consejeros, la tarde del día 6 de
octubre del año 1934 proclamando el Estado Catalán, dentro de la República
Federal Española, estableciendo el gobierno provisional en Barcelona.
Tras algunos pequeños altercados, alrededor de las 7 de la
mañana, el día 7 de octubre, entran las tropas en el Palacio de la Generalidad,
siendo detenido Companys, su gobierno y los diputados Josep Tarradellas, Antoni
Xirau, Joan Casanellas, Estanislau Ruiz, el presidente del parlamento Joan
Casanovas, el alcalde de Barcelona Carles Pi y Sunyer y concejales de ERC que
le apoyaban.
Todos estos prisioneros fueron trasladados al buque Uruguay
que estaba anclado en el puerto de Barcelona.
A causa de esta fracasada rebelión catalana fallecieron 46
personas, de las cuales 36 eran civiles.
Más de 3.000 personas fueron encarceladas en vapor Uruguay.
Tras estos hechos, fue suspendida indefinidamente la
autonomía catalana, por una ley aprobada el 14 de diciembre, a propuesta del
CEDA, siendo sustituida la Generalidad de Cataluña por Consejo de la
Generalidad designado por el Gobierno, presidido por un gobernador general de
Cataluña siendo el primero de ellos el coronel Francisco Jiménez Arenas, como
presidente accidental desde el día 7 de octubre, siendo sustituido en enero del
año 1935, por Manuel Portela Vallarades.
Lluís Companys, exiliado en Francia es detenido por la
Gestapo y extraditado a España, siendo juzgado por un consejo de guerra, que lo
condena a la pena de muerte, siendo fusilado en el castillo de Montjuic el día
15 de octubre del año 1940.
El 9 de noviembre del año 2017, el Pleno del Parlamento
Catalán tiene planeado votar la resolución independentista planteada por Junts
pel Sí y la CUP, para iniciar una desconexión programada de España.
Para frenar esta intentona secesionista, el Gobierno de
España recurrirá al Tribunal Constitucional y el artículo 155 de la
Constitución Española.
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