Seguimos con los campos de
concentración españoles, en esta ocasión se conoceremos el ultimo campo que fue
cerrado, situado en Burgos, concretamente en Miranda de Ebro.
Este campo de concentración,
creado en el año 1937 con la misión de albergar presos republicanos, manteniéndose
abierto hasta el año 1947.
A pesar de que la mayor
parte de la provincia de Burgos, en las elecciones del 16 de febrero de 1936,
fueron favorables a las fuerzas conservadoras, Miranda de Ebro se mantuvo fiel
a las candidaturas del Frente Popular, lo cual causó que una vez iniciada la
Guerra Civil Española, al llegar a Miranda de Ebro las fuerzas franquistas,
fuesen especialmente violentas y además implantaran en ella el campo de
concentración, el hospital de heridos de guerra y el alojamiento a las tropas
italianas.
Tras capturar gran cantidad
de prisioneros republicanos en el norte de España, fue ordenada la creación de
cuatro campos de concentración al gobierno de Burgos, entre ellos el de Miranda
de Ebro, al estar bien comunicada por carretera, ferrocarril y estar cercana al
frente enemigo.
Este campo fue situado en un
solar de 42.000 metros cuadrados propiedad de la empresa Sulfatos Españoles S.A
y campos de cultivo que fueron requisados, siendo construido de manera forzosa
por las habitantes de Miranda de Ebro.
Las oficinas de la antigua fábrica
fueros ocupadas por el regimiento encargado de la dirección del campo.
El campo estaba activo
pasados dos meses de sus inicios, aunque en lamentables condiciones.
La capacidad del campo
estaba pensada para unos 1.500 prisioneros, aunque este límite fue prontamente
superado, con la llegada de prisioneros del norte de España, durante el primer
año se derrumbo uno de los barracones del campo hiriendo a más de 150 personas,
a causa de lo cual, al año siguiente se pidieron fondos para construir nuevos
barracones.
Los prisioneros republicanos
eran clasificados en cuatro tipos: criminales, no hostiles al “Movimiento
Nacional”, desafectos sin responsabilidad y desafectos con responsabilidad.
Los criminales comunes eran
enviados a prisión y si había saturación de presos, se les daba la libertad.
Los desafectos con y sin
responsabilidad se les obligaban a realizar trabajos forzosos.
Los no hostiles al
“Movimiento Nacional” eran reclutados, obligados a cantar y alabar a Franco,
siendo ridiculizadas las creencias republicanas.
Por el Campo de Miranda de
Ebro pasaron unos 80.000 prisioneros, de los cuales unos 15.000 fueron
extranjeros, muchos de ellos refugiados franceses.
En el año 1941, la mayoría
de republicanos habían sido trasladados a otros campos o fueron liberados,
pasando a convertirse en campo en un campo para extranjeros.
En el Campo de Miranda de
Ebro, la Gestapo adquirió mucha influencia con los objetivos de repatriar a los
presos alemanes y detener los espías del bando aliado.
El campo fue dirigido
durante un tiempo por un alto cargo nazi, Paul Winzer, siendo controlado el
centro por la Gestapo entre los años 1941 y 1943.
El día 5 de enero de 1943,
se inicia una huelga de hambre por parte de los brigadistas (voluntarios extranjeros
participantes en la Guerra Civil Española apoyando a la Segunda República),
tras lo cual consiguieron la libertad, en dicho año el Campo de Miranda de Ebro
poseía 3.500 reclusos extranjeros.
Entre los años 1944 y 1947
el Campo de Miranda de Ebro, se convierte en un campo de desertores, llegaban
soldados nazis huyendo del avance del bando aliado en Europa con la intención
de huir a Latinoamérica, afirmando que preferían quedarse en el Campo de
Miranda de Ebro antes que en los campos alemanes, la mayoría de los cuales
consiguieron huir gracias a ayudas económicas nazis y fugas como la Operación
Odessa.
En enero del año 1947 es
clausurado el campo, siendo el ultimo campo cerrado en el territorio español,
siendo trasladados sus presos a la cárcel de Nanclares de la Oca en Álava.
Desde el año 1949 hasta el
año 1953 es utilizado el campo como centro de reclutas.
En el año 1954 es derribado
el campo.
Fuentes:
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