Como en casa somos poco fruteros, hay que
prepara la fruta como para los críos pequeños, para que nos la comamos.
En esta ocasión, he querido combinar la
jugosidad y el dulzor del melón, con la textura del boniato y el color de las
cerezas, coronando todo ello con miel y decorando con crocanti.
Preparación
(2 personas):
½
boniato mediano
1
loncha generosa de melón
25
cerezas
2
cucharadas soperas de miel
Crocanti
(para decorar)
Preparación
(2 personas):
En primer lugar coceremos al vapor el boniato
sin pelar (podemos cocer más por el mismo trabajo para futuras recetas).
Una vez el boniato este tierno, lo dejamos
enfriar.
Quitamos la piel al melón y lo cortamos en
trocitos depositándolo en el fondo de dos cazuelitas de barro.
Pelamos y troceamos medio boniato, a tamaño
similar como hemos cortado el melón.
Con la ayuda de un cuchillo cortamos en dos
todas las cerezas y desechamos su
semilla.
Repartimos las mitades de cereza entre ambas
cazuelitas.
Colocamos una cucharada sopera de miel en cada
cazuelita.
Decoramos con crocanti al gusto.
Pues es una gran idea. Aquí en verano no cuesta comer fruta, pero en invierno es un reto que con platos así sería maravilloso.
ResponderEliminarBss
Gracias Belén. ademas combina muy bien la poca jugosidad del boniato, con la jugosidad del melón, las cerezas le dan un punto de color,
EliminarHola Jorge, una curiosa combinación, que yo particularmente, a pesar de ser amante de la fruta, nunca he probado, pero sin duda he de hacerlo, el boniato me encanta, aunque solo lo cocino en otoño e invierno, pero si lo encuentro lo hago seguro. Bss
ResponderEliminarPues en Cataluña actualmente es habitual verlos en los supermercados, falta saber de donde los sacan
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