Pensilvania, es uno de los estados que componen los Estados
Unidos, cuya capital es Harrisburg, aunque su ciudad más poblada es Filadelfia,
ciudad donde fue elaborada la Declaración de la Independencia y la
Constitución.
La Sociedad de Filadelfia, para Aliviar las Miserias de las
Prisiones Públicas, en el año 1787, propone la construcción de una cárcel que
provoque el arrepentimiento de sus presos.
Tres décadas después, los gobernantes de los jóvenes Estados
Unidos, aprueban el proyecto de la construcción de una penitenciaria diferente,
eliminando los castigos corporales de los presos y potenciando su reflexión
espiritual.
Justamente en Filadelfia, en la avenida Fairmount nº
2011-2199, fue construida entre los años 1823 y 1836, la prisión diseñada por el arquitecto de
origen inglés, John Haviland.
La penitenciaria de Pensilvania, también conocida como Prisión
estatal de Cherry Hill, fue una de las estructuras más grandes y caras que
fueron construidas en la época.
Fue diseñada con una entrada de estilo gótico, su estructura
estaba construida de forma radial, como si de los radios de una rueda se
tratase, con patios entre sus edificios, encerrada por un muro exterior,
inusualmente esta prisión estaba dotada de inodoros y calefacción en las
celdas.
La construcción, estaba compuesta por siete galerías
arqueadas, conteniendo 450 celdas, uniéndose dichas galerías en uno de sus
extremos a una torre central, desde la cual los funcionarios vigilaban a los
presos.
Los presos, vivían aislados en su pequeña celda de techo
abovedado, acompañados de una Biblia, una mesa de trabajo para cumplir su
castigo, calefacción, agua corriente, y un tragaluz conocido bajo el nombre
“ojo de Dios”, a través del cual el prisionero podía ser observado.
Por esas épocas, cuando la Casa Blanca era ocupada por el
séptimo presidente, Andrew Jackson, esta no tenía agua corriente y era
calentada con estufas de carbón.
La idea de la creación de esta prisión, era el inculcar el
arrepentimiento sincero de sus presos, el cual sería generado a causa de su
aislamiento absoluto, siendo esta considerada la primera penitenciaria de la
historia, diferenciándose de las demás cárceles por su intención de rehabilitar
a sus presos.
La prisión abre sus puertas en el año 1829, siendo visitada
por el pensador francés Alexis de Tocqueville, afirmando que el sistema era una
estupenda fuente de remordimiento, en cambio el escritor Charles Dickens, denunció
que el aislamiento extremo de los presos, era mucho peor que la tortura del
cuerpo.
Más de 300 cárceles de todo el mundo se inspiraron en el
diseño de la penitenciaria de Pensilvania, entre ellas la Prisión de
Carabanchel (Madrid) o la Penitenciaría Nacional de Ciudad de México.
El nuevo sistema, no funcionó principalmente a causa de la
superpoblación carcelaria, demostrándose que las intenciones de la construcción
de la prisión fueron buenas, pero el resultado fue cruel.
En el año 1913, la penitenciaria deja su modelo de celdas
individuales adoptando el modelo de celdas comunitarias.
Posteriormente, la prisión fue reformada creando celdas de
castigo y un corredor de la muerte.
En la década de los años 1940, tanto guardias como internos,
contaban visiones inexplicables, visiones que aumentaron tras su cierre y
durante su restauración.
También se cuenta, que cuando un cerrajero fue a retirar un
candado con más de 140 años de antigüedad, quedó paralizado a causa de una
fuerza invisible, apareciendo en los muros de la celda las caras de las
personas que murieron en ese lugar.
La prisión privo de la libertad a 85.000 presos y fue
cerrada en el año 1.971, permaneciendo abandonada durante varios años, siendo
ocupada por gatos y maleza.
En el interior de la penitenciaria, se realizan cada año
alrededor de media docena de investigaciones paranormales, donde los visitantes
y empleados cuentan escuchar llantos, lamentaciones y susurros entre sus muros.
El año 1991 es restaurada la penitenciaria como monumento
histórico, es organizado el evento Halloween “Terror tras los muros”, con los
fondos recaudados en sucesivas ediciones, se inauguró un centro de atracciones
considerado la mayor casa embrujada del mundo, ofreciendo a los visitantes con
actores, experiencias con zombis, psicópatas y otros elementos terroríficos.
En el año 1.994 se abre en la Penitenciaria de Pensilvania
un museo que recibe alrededor de unos 330.000 visitantes al año.
Los turistas que visitan la prisión, visitan las galerías
parcialmente en ruinas, la barbería, la celda que ocupó Al Capone, etc.
Al Capone fue detenido junto a su guardaespaldas (Frank
Cline) el 16 de mayo del año 1929 saliendo de un teatro de Filadelfia, siendo
condenado por el juez Edward Carney a un año de prisión por llevar un revolver
ilegal.
Al Capone fue apodado Scarface (cara cortada), fue fichado
como el preso C 5527, cumpliendo condena desde el 8 de agosto de 1929 al 16 de
marzo de 1930, rodeado de ciertos lujos inusuales tales como alfombras persas,
un escritorio y pinturas al óleo.
A causa de que en la prisión murieron más de 1.200 presos,
la prisión tiene fama de embrujada, donde se cuenta que se observan figuras
fantasmales, a causa de lo cual noches como la de Halloween disfrutan los
aficionados al turismo de terror.
Fuentes:
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