Aunque
las sopas frías sientan mejor en verano, aunque haga frío, un gazpacho siempre
esta rico, es esta ocasión he querido modificarlo por enésima vez, para
consumir unos tomates excesivamente maduros y de paso, experimentaba,
sustituyendo la sal, por una simple pastilla de caldo de pollo.
Ingredientes
(6 personas):
1
kilo de tomates muy maduros
1
pepino pequeño
1
cebolla muy pequeña
2
ajos
1
pastilla de concentrado de carne (Avecrem o similar)
Aceite
de oliva
Vinagre
2
cucharaditas de azúcar
Preparación
(15 minutos):
En
primer lugar lavamos y troceamos los tomates, quitándoles la parte dura, sin
pelarlos, ni quitarles las semillas (eso le da un gusto más casero y nos quita
trabajo).
Troceamos
la cebolla.
Pelamos,
lavamos y troceamos el pepino.
También
pelaremos 2 ajos, e introducimos todos los ingredientes anteriores en el vaso
de la licuadora, también añadimos la pastilla de concentrado de carne, un
chorrito de vinagre y un generoso chorro de aceite (También se puede utilizar
la batidora).
Trituramos
todos los ingredientes, probamos su sabor, en mi caso le añadí dos cucharadas
de azúcar para rectificar el sabor, tenía un toke entre amargo y ácido.
Si
lo deseáis, se le puede añadir agua para darle el espesor que nosotros deseemos
y damos unas vueltas más (en mi caso no ha sido necesario).
Si
lo queréis más espeso, se le puede añadir pan del día anterior y volverlo a
triturar.
Se
guarda en la nevera y se sirve muy frío.
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